19 May

1964 “All day and all of the night”, The Kinks

por Javier Avilés

Sólo estoy bien cuando estás a mi lado, chica, y quiero estar siempre contigo, todo el día y toda la noche. Delirios adolescentes provocados por la alteración hormonal. Si lo piensa, dice el personaje, todo se reduce a eso, a la “racionalización” de nuestros desórdenes físicos. Amor, melancolía, tristeza, euforia… pongamos un ejemplo… un déficit tiroideo puede provocar cierta abulia y apatía que puede derivar en un estado depresivo… y de ahí puede surgir cierta melancolía sin objeto real que canalizamos a través de algo que perdimos o que no conseguimos… y de ahí el “desde que tú te has ido” y otras idioteces que han plagado las listas de éxitos en el último medio siglo… un hipotiroideo cantando a cientos de hipotiroideos a través de la radio cuando lo que en realidad necesitan todos es una buena dosis de yodo…

Detengámonos aquí un momento y contemplemos algunas fotos viejas de nuestro personaje. Fotografías de cuando era una celebridad o se comportaba como si lo fuese arrojando por la ventana de la habitación del hotel donde se alojaba junto a sus compañeros todos los muebles y a alguna grupie desnuda. Y ahora al hombre que tenemos delante. Su pelo escaso y lacio, sus músculos faciales desmoronados en la perpetua mueca fláccida que ensayó en su juventud, sus encías retraídas, las bolsas azuladas bajo sus ojos, el desmesurado tamaño de sus orejas, su piel cuarteada… es obvio que se ha arreglado para esta entrevista, pero aún así el paso del tiempo… el demoledor paso del tiempo, escribirá en su crónica… es evidente.

Sobre la mesa los libros y los papeles que ha ido trayendo para documentar sus afirmaciones se amontonan junto al cenicero en el que siempre humea un cigarrillo y empujan el vaso y la botella de whisky y la funda de las gafas… presbicia, anota en su libreta el entrevistador… ¿le tiemblan las manos cuando sujeta el vaso?… temblor de manos, anota de nuevo… dificultad respiratoria… y todos esos papeles y libros que no para de amontonar… ¿falta de memoria?…

“El Amor no es más que eso, prurito genital, ardor adolescente y miedo. Pero preferimos sublimar nuestras reacciones fisiológicas y hablar de un sentimiento que destaca sobre todos los demás como si de un Ideal platónico se tratase. Y ya sabemos (bebe) que Platón es el filósofo que más daño ha hecho al pensamiento occidental. Las Ideas platónicas han carcomido toda nuestra sociedad, se han extendido sutilmente a lo largo de la Historia contaminando todo, pudriendo nuestra concepción del mundo. No hay Ideales. No hay nada más allá de lo que percibimos y ahora sabemos que incluso eso, lo que percibimos, no son más que inferencias que nos permiten interactuar con la realidad de forma eficiente, pero nada más. El Amor no existe. Que sigan cantando al Amor si quieren. Que sigan deseando estar junto a su “amada” all day and all of the night. En realidad lo único que quieren es follar. Perdóneme, pero tengo que ir a mear”

La habitación está mal iluminada así que al entrevistador le cuesta tomar notas. Ha dejado la grabadora sobre uno de los brazos del sillón y en la pausa comprueba que funciona correctamente. Hay un montón de ruido de fondo que no sabe de dónde procede que dificulta escuchar correctamente la voz cavernosa y paradójicamente baja del personaje. A fin de cuentas, piensa, es extraño que él siempre fuese voz y ahora su voz es un remedo gutural… voz cavernosa, piensa, mientras se oyen unos extraños ruidos procedentes del lavabo, voz platónica, voz mítica, el Ideal de voz… ¿a qué cojones venía todo eso de Platón?… siente que está perdiendo el tiempo con este personaje… ¿por qué no le habla de los Kinks y de Ray Davies?… ¿qué es todo eso del hipotiroidismo?… ¿por qué ni siquiera le ha ofrecido un vaso de whisky o un café?… ¿está vomitando?

Mire a Ray Davies, escucha en la grabadora días después con dificultad bajo el carraspeo de la cinta, all day and all of the night hasta que la realidad te abrasa, sí, también él penetró en un círculo de fuego y se quemó, y ardió en un escenario ante cientos de personas, se derrumbó mientras escenificaba su suicidio. Años más tarde tuvo la genialidad de colocar a un músico de rock con un horario de oficina, nine to five, ya sabe, pero eso era lo que ya sabíamos, que el Ideal es inalcanzable, uno debe ser un artista a tiempo completo, no hay tiempo para la realidad ni para los convencionalismos sociales, el Caos debe ser la actitud permanente, no se puede tener una familia, por ejemplo, ni una casa en un barrio elegante ni nada de nada… lo único all day and all of the night es la Actitud. Y la Actitud mata… bueno, no siempre… Ray sigue por ahí, ¿no?, “un artista cuya carrera ha estado marcada por su habilidad con el material clásico sobre una base consistente”

 

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