Entrega #1 (año 2000): La Casa de Hojas, de Mark Z. Danielewski o la estructura
por Javier Avilés
“Little solace comes
to those who grieve
as thoughts keep drifting
as walls keep shifting
and this great blue world of ours
seems a house of leaves
moments before the wind”
Poema de Zampanò
De repente se acaba La Casa de Hojas. Y no me puedo quitar de la cabeza la letra de la canción de Neil Young.
“Out of the blue and into the black”, repito, como si hubiese una conexión entre la canción de Young y la novela de Danielewski. De la nada y hacia la oscuridad… ¿no es acaso ese el lema de la novela?
Pero, recuerdo, son DOS canciones las que aparecen en Rust Never Sleeps, abriendo y cerrando respectivamente el Lp: “Hey Hey, My My (Into the Black)” y “My My, Hey Hey (Out of the Blue)“. Básicamente la misma canción, dos estilos musicales distintos y ligeras variaciones en las letras.
Podemos adaptar la letra y sus variaciones al texto de Danielewski. Creo que de cualquier cosa puede hacerse una lectura compatible con La Casa de Hojas. Pero, a tenor de lo leído, me pregunto si puede trazarse un paralelismo entre Johnny Truant y Johnny Rotten, el vocalista de Sex Pistols. Cuando el grupo se disolvió, Rotten dijo: “Ever get the feeling you’ve been cheated?” (“¿Nunca tuvieron la sensación de haber sido engañados?”). Y ¿no es esa la misma sensación que tiene Truant (no el lector de Danielewski) respecto a los manuscritos de Zampanò? Entonces Lude (cuyo nombre responde en argot a la denominación de un ansiolítico de uso recreativo) encaja en la ecuación y todo adquiere una nueva perspectiva. Esta es la historia de Johnny Rotten. ¿Es esta la historia de Johnny Rotten?
There’s more to the picture than meets the eye.
Lo que ocurre, lo que nos deja esta sensación de pérdida inevitable, es que como lectores no queremos que La Casa de Hojas termine. Se nos ha prometido un espacio infinito y de repente ya no tenemos disponible más texto. La Casa de Hojas no puede terminar. Volvamos a empezar.
Y recordad: El óxido nunca duerme.
Y el óxido hace la siguiente…
… PREGUNTA: ¿Dónde se esconde Mark Z. Danielewski en La Casa de Hojas?
Inciso:
Este artículo CONTIENE SPOILERS. Así que no sigas leyendo si no has leído La Casa de Hojas. Si has llegado aquí en busca de consejo la respuesta es SÍ, lee La Casa de Hojas. Es la última GRAN NOVELA del siglo XX, la primera del XXI, en el sentido que aglutina todas las tendencias narrativas de la parte final del siglo pasado, sin renegar de aquello que solemos llamar despectivamente “narrativa popular”. Recomiendo con entusiasmo la lectura de La Casa de Hojas. Es una novela intrigante y amena construida de forma monumental. No temas a La Casa de Hojas como si se tratase de un edificio literario inexpugnable. Teme a lo que se encuentra en su interior: La oscuridad.
Vamos a intentar determinar las sucesivas capas narrativas que se acumulan en la novela para responder la pregunta.
X.
1.- La Casa.
2.- El Expediente Navidson y los documentales que rodó Karen Green.
3.- Los papeles de Zampanò.
4.- Las anotaciones de Truant.
5.- La primera edición de La Casa de Hojas.
6.- La segunda edición de La Casa de Hojas con anotaciones de los editores.
7.- El texto de Danielewski.
X.X.
1.1.- Sobre lo que ocurre en el interior de la Casa no sabemos nada con certeza. No podemos saber nada. Nunca. Excepto lo que se nos cuenta en la novela.
2.1.- Sobre la película documental de Navidson y Green hay multitud de textos, estudios universitarios y tesis doctorales que tratan sobre su naturaleza fílmica y la simbología de su contenido. Si no me equivoco no encontrarás a nadie que pueda afirmar haberla visto.
3.1.- Los papeles de Zampanò constituyen un análisis pormenorizado de los estudios en torno a El expediente Navidson que incluye una descripción detallada de la película, así como multitud de papeles y anotaciones que Zampanò efectuó en multitud de soportes.
4.1.- Si en principio Truant parece un narrador molesto que se inmiscuye interpolando cuestiones de su vida personal, pronto nos daremos cuenta que el verdadero valor de la narración reside en gran parte en lo que él nos cuenta.
5.1.- La primera edición de La Casa de Hojas, distribuida anónimamente a través de Internet, no incluía el capítulo XXI ni algunos de los apéndices. ¿Quién distribuyó esa primera edición? La sombra tras las sombras se manifiesta.
6.1.- La segunda edición de La Casa de Hojas es la que el lector sostiene entre las manos. Está elaborada por los editores siguiendo las instrucciones (telefónicas o por correo) de Truant
7.1.- Si la segunda edición de La Casa de Hojas es la que el lector sostiene entre las manos, ¿dónde está el texto de Danielewski?
X.X.X.
2.1.1.- Incluso el segmento rodado por Green que recoge entrevistas a destacados intelectuales (de Bloom a King, de Derrida a Kubrick) para plasmar sus impresiones tras ver la película de Navidson, es más que cuestionable.
2.1.2.- Como se afirma en la pág. 346: “Un recordatorio deliberado de que la representación nunca reemplaza a la cosa, únicamente ofrece distancia y, en casos muy contados, perspectiva”. La narración de Zampanò del documental de Navidson es una representación que nunca puede reemplazar a la cosa. Teniendo en cuenta que la descripción del documental nos llega a través de un ciego y que la mayor parte del metraje consiste en tomas de una oscuridad impenetrable, en este caso ¿suple la representación la cosa-en-sí?
3.1.1.- Lo gracioso-inverosímil es que Zampanò es ciego. Vive encerrado en una habitación que él mismo ha procurado que sea lo más hermética posible, al parecer para evitar que algo que reside en la oscuridad le alcance. O eso cree Truant. O eso creemos nosotros.
3.1.2.- Los papeles de Zampanò han desaparecido. Dejando de lado el mal estado de la mayoría de ellos, perceptible en la transcripción de Truant, y el deterioro que sufren a manos de éste, finalmente Truant decide quemarlos.
4.1.1.- Y es curioso como aporta documentación que en cierta manera parece ir contra él y contra su estabilidad psicológica. Véanse las cartas de la madre. Pero eso consigue que en todo este marasmo de acontecimientos indemostrables la suya sea la única voz narrativa sincera.
6.1.1.- Ergo, Truant vive fuera de las páginas de la segunda edición y es capaz de coordinar la edición de un libro tan complejo estructuralmente como La Casa de Hojas.
7.1.1.- Lo verdaderamente importante para llevar a cabo un proyecto como La Casa de Hojas y que funcione, es diluir la presencia del autor. Danielewski sabe hacerlo, tanto estructuralmente como dotando a cada uno de los personajes de su voz narrativa propia, y esto constituye una de las principales bazas para admirar la novela. Conseguir que el lector acepte la impostura inherente a toda construcción narrativa, en nuestro caso, que es Truant quien escribe La Casa de Hojas.
X.X.X.X.
2.1.1.1.- Según Truant: De momento no he recibido respuesta de ninguna de las personas citadas en la “transcripción”, a excepción de Hofstader, que me ha dejado muy claro que jamás ha oído hablar de Will Navidson, de Karen Green, ni de la casa, y de Paglia, que me ha garabateado en una postal “Piérdete, capullo”
3.1.1.1.- Sin embargo, la prueba fehaciente de que nada anida fuera de nosotros está presente desde las primeras páginas. Los gatos de Zampanò desaparecen o son encontrados muertos. Consecuentemente, Zampanò tacha toda referencia al Minotauro del texto.
3.1.1.2.- El tema de la ceguera se desarrolla sutilmente a lo largo de la novela. Están los textos de Homero, hay una oscura referencia a Tamiris (también a través de Homero, al menos en la primera edición de la novela) y, en uno de los collages, se esconde la “mirada” de Borges.
4.1.1.1.- Truant abrazó el dolor y le dejó profundas cicatrices en sus brazos. Es narrativamente lógico que abrace la oscuridad.
6.1.1.1.- ¿Sigue Truant buscando la Casa aún sabiendo que la Oscuridad forma parte de nosotros?
7.1.1.1.- Sin embargo, Truant duda:
“Cada vez más a menudo me invade la sensación extrañísima de que he entendido el asunto exactamente al revés. (…) a saber, que esta cosa me ha creado a mí, no a mí en ella, sino a ella en mí, de tal manera que yo no soy más que la materia de una voz distinta que se inmiscuye por los pliegues de lo que ahora yace desplegado, poseyéndome con unas historias que nunca podría reconocer como mías; inventándome, definiéndome, dirigiéndome (…) obligándome a afrontar las sospecha más terrible de todas, que todo esto ha sido inventado, y lo que es peor, no inventado por mí o ni siquiera por Zampanò.
Aunque no tengo ni idea de por quién”
X.X.X.X.X.
2.1.1.1.1.- En Lo que les ha parecido a algunos, el documental de Karen Green, aparece Stephen King mencionando a Moby Dick, concluyendo que “lo que a veces olvidamos es que la ballena de Ahab también era una simple ballena”. Las “falsas” declaraciones de King en el documental de Green, hablando de los símbolos y de su existencia como seres en sí sin simbología inherente, contrastan con la frase que aparece en la faja que acompaña a la edición de La Casa de Hojas: “El Moby Dick del género de terror”, supuestamente pronunciada por él y aprovechada para la promoción de la novela.
Contraponiendo ambas declaraciones (reales o no, descontextualizadas en todo caso) podemos llegar a interpretar que La Casa de Hojas, a pesar de todas las interpretaciones simbólicas que queramos hacer de la novela, es, en sí, propia y únicamente una novela. Y una novela de género.
Terror.
Las influencias de Danielewski, aceptadas y ratificadas por él, son muchas, pero, partiendo de las citas apócrifas (o no) de King quiero concluir con una declaración irrelevante:
La Casa de Hojas es la novela que Stephen King jamás se atrevió a escribir.
RESPUESTA: Tras las declaraciones de Stephen King.
Los fragmentos de la traducción de Javier Calvo de House of Leaves para las editoriales Pálido Fuego y Alpha Decay.
Más reseñas de Javier Avilés en su blog El lamento de Portnoy