Desde la caja de libros LII
por @librosfera
Porque, a veces, salimos en las noticias…
DOSSIER DE PRENSA
(tercera entrega)
Huan, que ha castellanizado su nombre chino por el de Juan, es uno de los camareros de la centenaria Casa Guinart. Él y sus compañeros se refugiaron en la biblioteca de Sant Pau cuando la policía evacuó y peinó la Boqueria en busca de terroristas. Ayer, mientras atendía a los clientes de la terraza, Juan elogiaba a los bibliotecarios y a la vigilante de la empresa Marsegur, que también han recibido el aplauso unánime de la red pública de bibliotecas y del Ayuntamiento. Jaume Collboni, teniente de alcalde de Empresa, Cultura e Innovación, les ha visitado para darles las gracias.
A Collboni le conmovió la lucidez de uno de los héroes de Sant Pau, Carles, que en plena tormenta se mantuvo firme en sus ideas. Alguien le pidió que no dejaran entrar a nadie con aspecto árabe y se negó en redondo. “¿Cómo no vamos a dejar entrar a árabes si la mitad del vecindario lo es?”
(En La Vanguardia)
***
Otro filme en concurso también fue celebrado, aunque más en silencio. Y no por todos. Dos asistentes al festival de Venecia estudiaban, hace dos días, el programa. “Uff, el domingo nos toca un documental de tres horas sobre la biblioteca pública de Nueva York”, informaba uno al otro. A saber si finalmente ambos acudieron a la proyección de Ex Libris, el nuevo filme del maestro estadounidense del documental Frederick Wiseman, ganador el año pasado del Oscar de Honor. Tal vez habrían cambiado de idea. O quizás no. Es cierto: dura 197 minutos y está dedicado a la New York Public Library. Pero a través de ella, sus salas, sus visitantes y sus empleados, el filme habla de la sed de conocimiento, del acceso a la Cultura, de la búsqueda de empleo, del saber y de la ignorancia. Básicamente, “de todo”, como resume The Guardian.
(En El País)
***
Así ha ocurrido en la Biblioteca Pública del Condado de East Lake de Sorrento, Florida, donde dos bibliotecarios se negaron a aceptar que miles de libros fueran retirados de las estanterías porque según el programa informático ya cumplían los requisitos para ser descartados. Lo que George Dore y Scott Amey hicieron fue crear el perfil de un usuario falso, llamado Chuck Finley, que sacó miles de libros, todos los que los bibliotecarios querían salvar de la purga. De esta manera, durante 2016 consiguieron salvar 2.361 libros.
(En La piedra de Sísifo)
***
Imagínese que en la biblioteca de su barrio le permiten que su hijo lleve a su peluche preferido a que tenga una fiesta de pijamas con otros muñecos de otros niños y así todos juntos se puedan divertir y disfrutar de las maravillas de los libros. Al día siguiente, cuando el pequeño va a recogerle, ve cómo se lo ha pasado su compañero de juegos, con fotos que hacen voluntarios y dependientes, y se anima a leer lo mismo que ha leído su juguete, incluso a ser él quien se lo lea a su peluche. Este programa que se denomina Fiesta de pijamas para peluches en la biblioteca (Stuffed animals for a sleepover at the library) está presente en varios países del mundo, entre ellos Estados Unidos, y se ha demostrado, de forma científica y por primera vez, ser eficaz para que los niños amen la lectura.
(En El País)
***