“1963 Ring of Fire, Johnny Cash”, por Javier Avilés
por Javier Avilés
Love is a burnin’ thing, and it makes a fiery ring bound by wild desire. I fell into a ring of fire.
He aquí al Hombre de Negro. Si algo une a la humanidad, piensa nuestro personaje, es la destrucción y la construcción de mitos en torno a ello.
Respuesta: Obviamente. De hecho la obra que fundamenta toda la narrativa occidental trata sobre el asedio a una ciudad y sobre la intervención de supuestas divinidades a favor de uno y otro bando. Resulta curioso cómo el poema atribuido a Homero (otra mitificación) traslada y contrapone la guerra entre aqueos y troyanos con la disputa entre los propios dioses. De alguna manera, la Ilíada es una lista de fallecidos en combate. Y nombrar a los muertos tiene cierta relevancia. Los perpetúa. Quizás es el único modo de inmortalidad que nos ha sido dado. ¿Quién recordaría a Patroclo de otro modo? En las estelas funerarias romanas nos incitan a nombrar a los muertos, “¡Oh viandante!, entérate de quién fue aquel cuyos restos mortales se guardan en esta tumba. Apiádate de él y ofrécele tu saludo”, porque así, pronunciando su nombre, conociendo las causas de su muerte, se le rinde el tributo de la perdurabilidad. Los héroes, si se puede llamar héroes a unos seres codiciosos y ávidos de sangre y gloria, de la guerra de Troya, han alcanzado la inmortalidad a través de la narración, al igual que el aedo ciego y los dioses que animaron la lucha. Pero no los hechos. Los hechos siguen siendo un misterio o una incógnita o una imprecisión, como una mancha difusa en la Historia, pero ¿a quién le importan los hechos teniendo narrativa?
Pregunta: El Amor, entonces…
Respuesta: El amor es otro mito que sólo funciona narrativamente. Oculta pulsiones fisiológicas y atávicos condicionamientos. El amor es narración. El amor es algo ardiente que forma un anillo de fuego que es atravesado por el deseo salvaje. Mitología. Llevo años intentando recordar el nombre del filósofo que en una entrevista calificaba el sexo como algo deleznable producto de nuestra animalidad y contrario completamente a todo tipo de pensamiento. De alguna manera, toda nuestra sociedad es consciente de eso y por eso el Amor es un mito que intenta ocultar la verdadera raíz sexual (y reproductiva) de nuestra tendencia a emparejarnos… no, quiero decir que asumido el mito buscamos emparejarnos como si nuestros deseos no fuesen básicamente animales. En otro orden de cosas es significativo que la mitología atribuya a los dioses las mismas necesidades sexuales que dominan el comportamiento humano.
Ahí está Wotan, el promiscuo dios y su interminable retahíla de hijos e hijas que se encuentran y desencuentran a lo largo de las sagas nórdicas, argumenta el personaje mientras trae algunos libros y un montón de papeles llenos de notas. “Brünnhilde, la hija díscola y desobediente de Wotan, es la más conocida, sí, pero quizás no los motivos por los que se reveló contra su padre. Aquí. Wotan ordenó a la Valquiria… las valquirias, las ocho, también eran hijas de Wotan… que matase a Sigmundo, pero este se resiste a morir cuando descubre que no podrá ir al Valhala junto a su amada Siglinda… a todo esto, Sigmundo y Siglinda son hermanos gemelos y, sí, lo has adivinado, hijos de Wotan. En toda esta historia interviene la voluntad de Fricka, esposa de Wotan que está un poco harta de sus adulterios; más, teniendo en cuenta que es diosa del matrimonio. En fin, que ante el valor de Sigmundo, Brunhilda (escribámoslo así para no complicarlo más, B R U N H I L D A) que no puede hacer nada por salvarlo, rescata a Siglinda y al hijo de ambos, Sigfrido… si lo piensas un poco Sigfrido es sobrino de Brunhilda… a lo que vamos… Wotan condena a Brunhilda a yacer dormida en un cruce de caminos para que cualquier caminante pueda abusar de ella… … … … esta pausa dramática que he hecho era para que calibrásemos la magnitud del castigo… ya llegamos… finalmente Wotan se apiada de su hija y… Tachán… la rodea de un anillo de fuego impenetrable… y ¿quién finalmente atraviesa el anillo de fuego?, ¿quién por primera vez en su vida contempla a una mujer y siente TEMOR? Sigfrido, claro… la historia de Sigfrido la dejaremos para otra ocasión pero fíjese en el argumento: Cuando atraviesa el anillo de fuego, lo que Sigfrido siente por primera vez es miedo… y eso es el amor”
I fell into a burnin’ ring of fire. I went down, down, down, and the flames went higher, and it burns, burn, burns, the ring of fire, the ring of fire.