La vida és un teatre
Antoni Janer (http://www.antonijaner.com/)
Les nostres existències estan presidides pel tòpic literari theatrum mundi (“el teatre del món”). El tòpic va néixer a l’antiguitat clàssica. El filòsof grec Epictet (circa 50- 125 dC), del corrent estoic, ja en parlà en la seva obra Enquiridió o Manual. És famosa la traducció al castellà que en féu Quevedo (1580-1645):
«No olvides que es comedia nuestra vida
y teatro de farsa el mundo todo
que muda el aparato por instantes
y que todos en él somos farsantes;
acuérdate que Dios, de esta comedia
de argumento tan grande y tan difuso,
es autor que la hizo y la compuso.
Al que dio papel breve,
solo le tocó hacerle como debe;
y al que se le dio largo,
solo el hacerle bien dejó a su cargo.
Si te mandó que hicieses
la persona de un pobre o un esclavo,
de un rey o de un tullido,
haz el papel que Dios te ha repartido;
pues solo está a tu cuenta
hacer con perfección el personaje,
en obras, en acciones, en lenguaje;
que al repartir los dichos y papeles,
la representación o mucha o poca
solo al autor de la comedia toca.»
Paraula de Chaplin
Al segle IV aC Plató insistí que tots som titelles en el seu mite de la caverna. El mateix defensarà al segle I dC el romà Petroni a El Satiricó, la primera novel·la picaresca europea.
Al segle XVI Shakespeare també va recórrer al tòpic theatrum mundi en moltes de les seves obres. Aquesta és la reflexió que fa Lady Macbeth en la seva famosa tragèdia homònima:
“La vida és una ombra caminant, un pobre actor,
que es vanta per l’escena,
i després ja no se’l sent mai més. És un conte
contat per un idiota, ple de soroll i fúria
que no significa res.”
La mateixa idea trobam a l’obra de teatre Al vostre gust (As You Like It). Aquí teniu la traducció al castellà (no l’he trobada en català)
«El mundo es un gran teatro,
y los hombres y mujeres son actores.
Todos hacen sus entradas y sus mutis
y diversos papeles en su vida.
Los actos, siete edades. Primero, la criatura,
hipando y vomitando en brazos de su ama.
Después, el chiquillo quejumbroso que, a desgano,
con cartera y radiante cara matinal,
cual caracol se arrastra hacia la escuela.
Después, el amante, suspirando como un horno
y componiendo baladas dolientes
a la ceja de su amada. Y el soldado,
con bigotes de felino y pasmosos juramentos,
celoso de su honra, vehemente y peleón,
buscando la burbuja de la fama
hasta en la boca del cañón. Y el juez,
que, con su oronda panza llena de capones,
ojos graves y barba recortada,
sabios aforismos y citas consabidas,
hace su papel. La sexta edad nos trae
al viejo enflaquecido en zapatillas,
lentes en las napias y bolsa al costado;
con calzas juveniles bien guardadas, anchísimas
para tan huesudas zancas; y su gran voz
varonil, que vuelve a sonar aniñada,
le pita y silba al hablar. La escena final
de tan singular y variada historia
es la segunda niñez y el olvido total,
sin dientes, sin ojos, sin gusto, sin nada.»
Escena de comèdia romana
Al segle XVII el tòpic theatrum mundi agafà una gran embranzida amb el Barroc. La seva obra insigne és El gran teatro del mundo de Calderón de la Barca (1655):
«Pues soy tu Autor, y tú mi hechura eres,
hoy de un concepto mío
la ejecución a tus aplausos fío:
una fiesta hacer quiero
a mí mismo poder, si considero
que sólo a ostentación de mi grandeza
fiestas hará la gran naturaleza;
y como siempre ha sido
lo que más ha alegrado y divertido
la representación bien aplaudida,
y es representación la humana,
una comedia sea
la que hoy el cielo en tu teatro vea;
si soy autor y si la fiesta es mía,
por fuerza la de hacer mi compañía;
y pues yo escogí de los primeros,
los hombres, y ellos son mis compañeros,
ellos en el teatro
del mundo, que contiene partes cuatro,
con estilo oportuno,
han de representar. Yo a cada uno
el papel le daré que le convenga.»
Paraula d’Ana Belén
Recordau, cada 27 de març feim festa. És el Dia Mundial del Teatre.