Memeco
por Adrián Demichelis
43 velas no se pueden poner en una torta, por eso seguro que soplaré dos números encendidos, luego se apagarán y ya no tendrán valor. Pensé que esto pasaría con mis recuerdos. Mientras más años menos importantes los momentos, o más lejanos, o más olvidados. Pero no es así, cada día los siento todo tan cercano, que mis 5 años están a la vuelta de mi vida, o la secundaria fue hace un mes y que mis hijos nacieron ayer. También me sucede cuando creo que mi cuerpo tiene la misma reacción de mis 18 años y noto con tristeza que el cerebro ordena a sus extremidades, y estas reaccionan para la reiteración. En esos momentos entro en crisis con los años, de lo contrario, me parece que todo paso “hace un rato”.
Viendo una foto que enviaron por “face”, recopilando momentos de mi vida, encuentro una que me emociona, me descoloca, me invita a buscarme adentro. Memeco. Así le decían, así yo le decía, nunca supe su nombre. Puedo asegurar que fue mi amigo de menos tiempo, pero esencial, importante, trascendental. Tan corto fue el lapso de nuestra amistad y tan misteriosa su partida y su vida para mí, que creo, pienso, tal vez fue un amigo imaginario. Leer más