Desde la caja de libros V
por @librosfera
La biblioteca donde trabajo fue una antigua fábrica textil. Hay unas cuantas así en la provincia de Barcelona. Un edificio de ladrillo rojo, grandes ventanales, tejado a dos aguas y una imponente chimenea, parapetado todo tras una más bien discreta zona verde con algunos bancos poco frecuentados y una población habitual de perritos paseados por sus dueñas.
Para acceder a la biblioteca, una tiene que decidir si la rampa semicircular que te lleva hasta el piso de acceso (el primero o el segundo, nunca he sabido exactamente cómo contarlos) la subirá por el camino de listones de madera o por el camino de ladrillo. Yo, que no uso la rampa prácticamente nunca porque el personal tiene el privilegio de un acceso exclusivo a pie de calle, lo hago pisando madera. Dicen que cuando llueve la madera resbala, y el vigilante pone cadenas para obligar a la gente a circular por el ladrillo.