31 Mar

El perquè de tot plegat

por Carolina Montoto

Soy la doctora M., especialista en medicina familiar y comunitaria, y hoy, según todos los medios de comunicación, es el gran día. Lo llevan anunciando desde hace un mes a platillo y bombo. Y para que no lo olvidemos y nos lo creamos, nos bombardean con anuncios en los autobuses y en las librerías. Y hasta al salir de casa me doy de morros con el Gran Acontecimiento del Año. OH, MY GOD!, que dicen los ingleses. Ante mí, una gran valla publicitaria que anuncia el libro que batirá todos los récords de ventas. Una novela que tendrán que tragarse todas las personas que quieran estar al día y tener un tema de conversación sin devanarse demasiado los sesos.

El mundo, desde luego, está hecho para los vagos. Y para los crédulos, que pican el anzuelo de los departamentos editoriales que consiguen hacer pasar un libro mediocre  por un libro interesante. Que logran encontrar, entre la paja, todos los elementos que los lectores esperan de una novela, y los sacan a flote. Leer más

31 Mar

Estrip art

Mar de sake,  por Pablo Peñarroja Jolonch

I

El tiburón y la Princesa. Ni siquiera los jugosos y apetitosos trozos de carne roja, flotando pacientemente a la espera de ser devorados, perturban la concentración del frío tiburón. Según sus cálculos, hoy debe repetirse el acontecimiento que ahora hace quince años y un día cambió su vida. Observa, atento, todos los movimientos a su alrededor, más allá de la barrera de cristal, y reconoce las figuras que, exactas como sus cálculos, se presentan de nuevo frente a él con rigurosa puntualidad. Por ahí viene el grupo de escolares que pasó hace dos años y tres días, también aparece el caballero del sombrero, justo seis años y cinco días después. El gigante de la mirada de hielo, regresa tras un año y seis días. La mujer de la bolsa verde, siete años y nueve días después de su segunda visita, catorce años y dieciocho días desde que la vio por primera vez. La solitaria joven de paso lento, vuelve pasados ocho años y cuatro días. Hoy también le toca el turno a la pareja feliz, que pasó hace ya doce años y que se presenta por tercera ocasión. Pero no es a esa pareja envejecida por el tiempo a quien el tiburón frío y calculador espera. Los trozos flotantes de carne roja descienden lentamente ante sus ojos dejando un rastro de sangre perfumada. Tiñe el cielo del imperturbable tiburón. Leer más