Una mujer blanca, heterosexual y ligeramente ácrata en Melilla
por Carolina Montoto
Soy la doctora M., especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, y como casi todo hijo de vecino de vez en cuando tengo vacaciones, además de mucha curiosidad por conocer otros universos para constatar que mi mundo de mujer heterosexual, blanca y ligeramente ácrata no es, desde luego, ni el único que existe ni el mejor, por supuesto, aunque sus paladines se llenen la boca con palabras como democracia, progreso y respeto.
Pero la vida está llena de jarros de agua fría: he estado tanteando entre varias amigas la posibilidad de emprender un viaje juntas a Marruecos, y ni una sola se ha entusiasmado con la idea. Me temo que ha corrido la voz de mis aventuras en el crucero y ya nadie confía en mi capacidad de garantizar unas vacaciones relajadas. Me lamento de ello ante una fotógrafa que conozco de mis correrías por las calles de Barcelona, y ella sí, ella se entusiasma. Y yo me quedo sin saber qué contestar cuando me propone que compartamos coche hasta Melilla, donde se quedará a trabajar. Levanto una ceja sorprendida y ella invoca los numerosos edificios modernistas que hay en la ciudad como aliciente.
Y yo caigo de cuatro patas en su ardid. Leer más