El Pato
por Adrián Demichelis
La coronación no siempre es un trofeo… el premio es haber disfrutado el viaje.
– Subí Cordobés, subí- me dijo. Antes, un tiempo antes, más precisamente una mañana de antes, nos habíamos mandado al carajo. Yo quizás me levanté con el culo al norte (eso siempre me lo repite mi vieja y nunca entendí la metáfora). Él no habrá tenido una buena noche o un buen comienzo de laburo. Lo concreto que esa primera mañana, después de llegar a destino, nos mandamos a la mierda. Yo me juré no tomar ese “remís” (taxi) nunca más y él seguramente se prometió “arrancarme la cabeza” en el próximo viaje. Es que en su esencia está eso de arrancarle la cabeza a cualquiera que se ponga en frente. No hablo de cobrar caro, ni de pegarle una piña. Hablo de arrancarles el arco a los arqueros. Leer más