29 Jun

2008 Salute Your Solution, The Raconteurs

por Javier Avilés

Creo que nos hemos desviado de la cuestión importante. A ver si entre los dos podemos enderezar esto, chaval. Escúchame, quizás puedas ayudarme. A veces reflexiono con preocupación sobre mis mejores intenciones. Siempre acabo estropeándolo todo. Creo que he creado demasiados problemas que al final acaban afectando a los demás. Lo intento, no tengo más que buenas intenciones, pero soy un pozo de mierda, un cubo de basura a donde va a parar todo. Y cuando algo cae dentro, dentro de mí, de mi cabeza, ya nadie quiere saber nada. Me refiero a todo en general. A ti también te ha salpicado la porquería. Es inevitable. Si subes la montaña de basura puede que al final tengas una buena vista del paisaje. Pero el olor es insufrible, ¿verdad? ¿Puedes ver algo cuando revisas las grabaciones lejos de este hedor? ¿Le puedes poner algo de perspectiva desde la altura de tus intenciones? Joder, chaval, ya no sé ni de lo que estaba hablando… lo que intentaba… a la mierda, volvamos a la cuestión principal… ¿de qué va todo esto? Vienes aquí cada jueves, pones en marcha tu estúpido aparato y esperas que yo hable y hable y hable. Te llevas sin permiso un cuaderno para cotillear en mis cosas privadas. ¿Te ha servido de algo la lista de la compra, la clave del wifi, las direcciones de amigos a los que hace siglos que no veo, el número de teléfono de mi dentista? No sé porque sigo aceptando tus visitas. Bueno, sí lo sé, pero quiero hacerte creer que no lo sé. La vida es así, chaval, una serie de casualidades sin causalidad en la que cada decisión determina la siguiente. Podría estar huyendo bajo una identidad falsa si aquella vez, la única que tuve una pistola en mi mano, hubiese disparado al pianista. Quizás no hubiese sabido usarla, aunque no me faltaban ni ganas ni motivos para reventarle la cabeza a aquel imbécil. Pero la dejé sobre la mesa y me fui para no volver. Sabes, aún recuerdo con nitidez el sonido que hizo el arma al depositarla sobre la madera y como al empujarla hacia el centro chocó con los vasos y las botellas y el cenicero. Todavía me despierto en medio de la noche cuando esos ruidos vuelven en forma de pesadilla. Creo que fue lo mejor que hice en la vida y creo que fue lo peor que hice en la vida. Muchas cosas dependen de ese gesto, de esa renuncia. Tú, por ejemplo. Ah, sí, chaval, aquí llegamos a la cuestión fun-da-men-tal en toda esta historia. Claro que conocí a tu madre… déjame pensar, ¿verano de 1991?… ¿cuándo naciste tú?… [ríe]… no te alteres… puede ser una simple casualidad… otra más… tú lo sabías cuando viniste, y yo lo supe en cuanto te vi entrar… pero no te equivoques… aunque fuese así, y hay formas de comprobarlo, no hay nada que nos vincule… ¿conoces la teoría del gen egoísta? Según ella no somos más que el envoltorio que usa, al parecer de forma no muy eficaz, nuestro ADN para perpetuarse. El sexo es la forma que tiene la genética de satisfacernos para que sigamos procreando. Así puede seguir expandiéndose… aunque es tan efectivo que acabará extinguiéndose. Su carcasa física consume demasiados recursos y los de este planeta son finitos. En fin… si esperas algo de mí, creo que voy a decepcionarte. No soy más que un receptáculo. Y estoy podrido por dentro. Si quieres saber algo pregúntale a tu madre. Lo que ella te diga será todo lo que debes saber. Yo soy una tumba. La tumba de mis cromosomas.

[Silencio. Bebe]

Hasta aquí hemos llegado, ¿no te parece? Si en todo este tiempo no has descubierto lo que querías saber, que siga hablando a este estúpido aparato no servirá tampoco, ¿Qué más quieres? ¿Más delirios de viejo consumido? ¿Más historias de degeneración, drogas, alcohol y sexo? ¿Te he contado historias de esas? [ríe] Supongo que eso es lo que estabas buscando cuando viniste, las viejas y míticas historias del rock and roll… excesos y mujeres, inodoros explotando y habitaciones destrozadas, juergas y peleas y orgías, sonidos desastrosos y escenarios precarios y el guitarrista saltando al público a golpear al imbécil que le ha tirado una lata… vivir sin una sola pausa más y tomar la ruta hacia la satisfacción que otros, que siempre parecen estar de vacaciones ya han tomado, ¿no?, ¿no, chaval? ¿eso querías, no? Porque eso es lo que piensas, que mi vida ha sido fácil, que estoy todo el día tumbado sin hacer nada, que no tengo PROBLEMAS. Eso es lo que crees, ¿no?, ¿que tengo todo lo que quiero y que hago esto solo por fastidiarte? Pues tienes razón.

[risa]

¿Tienes una solución?

Tendría que conformarme con lo que pienso. Y pienso mucho en Patricia, tu madre. Dale recuerdos de mi parte.

29 Jun

Francesc Boix i Campo

per Xènia Ribas Beltran

Heroi és una persona que es distingeix pel seu alt coratge o bé un ésser semidiví al qual s’atribueixen gestes prodigioses a favor del grup.

El meu heroi va néixer a Barcelona el 31 d’agost de 1920 per dir alguna data. Posem pel cas que, dins de la immensitat de la ciutat, va obrir els ulls en alguna llar del Poble-sec.

Malgrat que son pare era sastre, a la rebotiga hi tenia un estudi fotogràfic que, de seguida, va despertar la curiositat del meu heroi i el que primer va ser una inquietud, després va acabar definint-ne la professió: quan tenia catorze anys, va entrar d’aprenent en una casa de fotografia. Leer más