16 Feb

1991 Lithium, Nirvana

por Javier Avilés

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En los ochenta empezamos una guerra sin cuartel y sin futuro. Éramos kamikazes con una causa, inmersos en cosas salvajes que hacían que nuestro corazón cantase. Y, de repente, nuestros hermanos pequeños adquirieron una incomprensible intolerancia al sufrimiento. Se sentían estúpidos y contagiosos, como si su evasión de todo aquello que suponía dolor y pena fuese un virus que se propagaba sin remedio. Una negación, una negación, una negación. El deseo de ser normal y la negación de todo lo que tuviese que ver con la normalidad. Nosotros no éramos normales, ningún espíritu adolescente ha sido jamás normal. Buscábamos a nuestro hombre por las calles de la ciudad con cierta desesperación pero con una amplia sonrisa. De repente los chavales de las esquinas habían dejado de ser unos andrajosos que ocultaban sus armas en los bajos de los coches aparcados y se habían convertido en unos tipos con trajes y maletines que visitaban los consultorios médicos para recomendar los productos de las farmacéuticas a las que representaban. Eh, chaval, decían con su acento oxoniense, ¿te sientes fuera de lugar?, ¿no puedes soportar la incertidumbre del futuro?, ¿sabes que no tienes porque sentir dolor o pena? Tenemos la solución a todos vuestros problemas, la pastilla mágica, ni azul, ni roja. Blanca como la asepsia de nuestros laboratorios, blanca como la pureza de la química. Blanca como la verdad. Y ésta es que no tienes que sentirte así, no tienes porque sufrir más. ¿Tú que opinas, chaval? ¿Tomas antidepresivos tú también? ¿Eres feliz? ¿Se han esfumado tus problemas o a veces sueñas con el sabor metálico del cañón de una escopeta, con el roce de una cuerda en tu cuello? No, ¿verdad?, no dejas de soñar. Pero otra pastilla más y sigues adelante. Hay una conspiración mundial. La imposición de un mundo feliz desde los despachos de las grandes corporaciones. Soma, soma, soma, hello, hello, hello, how low. Me hace sonreír. Lo que sea. No importa.

La idea, si es que se puede llamar así, es que en menos de diez años pasamos de una furia desatada que quería arrasar con todo a una apatía generalizada, a una desmoralización global para la que los médicos tenían un remedio. Una solución cara, una medicación de por vida para mantener a los sujetos, a todos, en un estado de adormecimiento y de resignada aceptación del estado de las cosas. Soy feo, pero está bien. Estoy solo, pero está bien. Mis amigos están en mi cabeza, todo está bien. Te echo de menos, te amo, te mato, pero está bien, no voy a romperme porque tengo mis pastillas. Tomaré mi dosis sentado sobre tu cadáver y me sentiré bien. Nada en el mundo puede afectarme. No tengo miedo. Tengo a Dios en el bolsillo y cada día es domingo. Me vuelo la cabeza. Soy tan feliz.

(Sonidos variados. Liquido vertiéndose sobre cubitos de hielo. Cerilla encendiéndose. Exhalación)

¿Nos estamos poniendo muy serios, chaval? Mira hay una conexión que ni siquiera se oculta entre ciertas publicaciones médicas y la industria farmacéutica. Esas publicaciones se usan para prescribir medicamentos para ciertos tipos de trastornos que en realidad no precisan medicación. Es cuestión de saber soportar los distintos derroteros que toma la vida, los cambios, las decepciones, las pérdidas. Sin embargo cada vez es más frecuente administrar ciertos compuestos para aliviar los sentimientos que provocan aquellas situaciones que, finalmente, nos definen como seres humanos. Medicamentos que crean adicción como las drogas. Medicamentos que precisan un proceso de desintoxicación para dejar de tomarlos. Y una vez libres de su influencia nos vuelve el temor a enfrentarnos al mundo por nosotros mismos. Nos hemos convertido en una población somatizada. Miembros de un mundo feliz. Tira todas esas pastillas, chaval. Deja de ir al médico. Tómate un trago y deja que la muerte llegue lentamente. ¡Bebe, chaval! (No, gracias) Tengo datos. Deben estar por aquí (la voz se aleja del micro) ayer mismo… dónde cojones (objetos cayendo) mierda… estaba aquí mismo… ¡quién ha estado ordenando mis cosas!… joder (libros, carpetas y papeles desparramándose) … esto no es… aquí… (regresa a la grabadora… golpe de un objeto sobre la mesa) toma, lee, chaval. No me estoy inventando nada. Hay una conspiración farmacéutica en marcha desde hace lustros. Somos cobayas en su plan de dominación mundial. Te ofrecen “el delicioso soma, medio gramo para una tarde de asueto, un gramo para un fin de semana, dos gramos para un viaje al bello Oriente, tres para una oscura eternidad en la Luna”, soma, soma y de vuelta al soma. Porque tras la oscura eternidad en la Luna está de nuevo la realidad y la necesidad del soma. Clientes dependientes somatizados enroscados en un ciclo sin fin, a no ser la escopeta o la cuerda y la obra incompleta a tus pies, mientras el pollo sigue bailando.

Lee. ¿No me crees? Tu mismo.

(El sonido del hielo en el vaso. Cerilla. Inhalación)

Soma: Todas las ventajas del cristianismo y del alcohol y ninguno de sus inconvenientes.

(Risa y toses)

Baila, chaval, sigue bailando sin tu cabeza.

16 Feb

Palíndroms 26, SEMAGAMES (1)

per Jesús Lladó @JessLlad

El Club Palindromista Internacional i la revista SEMAGAMES són una parella indissociable. Com ja he explicat, el 1987 Albaigès va crear el club i, com a document fundacional, va publicar un butlletí (edició casolana pre-informàtica). Aquest exemplar presentava l’ideari del club, els membres fundacionals i, per descomptat, palíndroms. Però l’artefacte encara no tenia nom. El que va fer el seu editor fou demanar als membres que fessin propostes i que votessin entre les presentades. Entre totes hi havia SEMAGAMES, i aquesta és la que va guanyar. Paraula palindròmica inexistent que conté el “games” anglès.

Amb això semblava que s’havia acabat la història, però de sobte va aparèixer en escena un personatge que seria fonamental per a la continuïtat i el futur de la palindromia: Ramon Giné. Giné, palindromista en solitari, va contactar amb Albaigès i aquest li va proposar que es fes càrrec de l’edició. Albaigès tenia múltiples activitats, a més de les professionals, i Giné s’acabava de jubilar. És així com al cap d’un any i mig del primer exemplar, en surt un segon, cuinat a Vilallonga del Camp pel xef Giné, amb el nom definitiu de SEMAGAMES.

Aquest va ser l’inici d’una gran història que porta 30 anys i 114 exemplars. Els habitants principals d’aquesta petita (¿?) revista són els palíndroms, tot i que ha tingut molts convidats: anagrames, contrapets, pentavocàlics, capicues, paronomàsies, etc… Però per damunt de tot, allò que alberga la publicació és l’enginy, l’amor per la llengua i la joie de vivre.

En la primera etapa (1987-2002), la revista va agafant cos en un despatx petit, de fusta, dins d’un casalot del poblet del tarragonès. Giné, de forma artesanal (paper, tisores, pega, grapes…) va muntant exemplars que contenen un món desconegut, fascinant, com són encara els palíndroms.

A poc a poc va coneixent palindromistes de tot el món, va fent conèixer els palíndroms mitjançant articles a publicacions locals i allò va creixent. Fins al punt que alguns mitjans se’n fan ressò i Giné acaba sent popular. Surt a la premsa, a la ràdio i a la televisió. Ell va explicant de forma planera, tal com és, de què va aquesta raresa dels palíndroms i que pel món hi ha un quants frikis que publiquem a la revista SEMAGAMES.

Amb el temps, molt a poc a poc, Giné es va apropant als mitjans informàtics que van okupant inexorablement les nostres vides, i la revista va millorant. Cinquanta-sis números surten, cuinats amb amor i passió pels mots, en aquest context. I aquesta  etapa s’esquinça el 2002 amb la mort inesperada de Giné.

 


PALÍNDROM DE LA SETMANA

Amor banal?  Uf! Amoral aroma. Fulana? Broma?


 

16 Feb

Rúfol

per Xènia Ribas Beltran

Es lleva a les set del matí. Es vesteix i esmorza a corre-cuita. Surt de casa cames ajudeu-me, com cada dia. I és que, com sempre, va tard. O potser és que els dies comencen massa d’hora, vés a saber. Quan obre el portal, deixa anar un sospir profund. Plou a bots i barrals i bufa un vent fort de mestral que la ben glaça. Fa rufa, molta rufa… I, per acabar-ho d’adobar, un cotxe li passa rabent pel costat i l’esquitxa. Torna a respirar fort, aquest cop exasperada. Si puja a casa per posar-se roba eixuta i les botes d’aigua, no arribarà a temps a la universitat… Leer más