07 Oct

Estrip Art

verdi1

El retorn

Ana Traver

Es va despertar abans que sonara el despertador. Ja es veia un poc de claredat pels badall de les cortines i a més ella s’havia adormit amb l’enrònia de llevar-se aviat per veure com sortia el sol. Tot i que era diumenge i no havia d’anar enlloc, i el que més li agradava era dormir, no volia perdre’s aquest espectacle.

L’habitació no tenia res d’especial, tant el mobiliari, que se reduïa  a una taula i  una cadira, com les parets, eren de color clar; el llit era còmode i el bany, suficient. Era l’entorn d’aquest hotel el que el feia inoblidable. Construït damunt de la sorra, tenia  planta baixa i quatre altures que avui no estarien, de cap manera, dins la legalitat, però en 1933, després de funcionar com a restaurant durant 3 anys, li concediren llicència per a construir dos plantes i una terrassa que quasi arribava a la vora de la mar. D’ací el nom de Voramar. Anys després se seguiren fent ampliacions i reformes fins que la llei ho va permetre i a dia d’avui es conserva sense cap variació des de fa molts anys, amb aqueix aire decadent que el fa tan especial.

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07 Oct

Prólogo “Radiografías viscerales”

por Carolina Montoto

A la doctora M., especialista en medicina familiar y comunitaria, no le gustan las desigualdades, las ovejas, los armarios impasibles reconvertidos en policía o los desahucios. Entre otras muchas cosas. Y desde su consultorio en un centro sanitario público intenta diseccionar, con ojo clínico, los conflictos del día a día a los que se enfrenta la fauna que desfila por el dispensario o con la que se cruza en el metro o en general en la vida. Y sobre todo intenta comprender. Lo que no siempre consigue, por supuesto. Es energúmena, irascible y virulenta, principalmente con los ejemplares humanos más nocivos para la sociedad. No obstante, en el fondo cree en la palabra y la razón como antídoto contra un sistema que considera injusto.


Aviso del editor: Los posts que escribe la doctora M. son poco complacientes y pueden herir la sensibilidad de los más pusilánimes.

05 Oct

Prólogo de “Radiografías viscerales”

por Carolina Montoto

A la doctora M., especialista en medicina familiar y comunitaria, no le gustan las desigualdades, las ovejas, los armarios impasibles reconvertidos en policía o los desahucios. Entre otras muchas cosas. Y desde su consultorio en un centro sanitario público intenta diseccionar, con ojo clínico, los conflictos del día a día a los que se enfrenta la fauna que desfila por el dispensario o con la que se cruza en el metro o en general en la vida. Y sobre todo intenta comprender. Lo que no siempre consigue, por supuesto. Es energúmena, irascible y virulenta, principalmente con los ejemplares humanos más nocivos para la sociedad. No obstante, en el fondo cree en la palabra y la razón como antídoto contra un sistema que considera injusto.


Aviso del editor: Los posts que escribe la doctora M. son poco complacientes y pueden herir la sensibilidad de los más pusilánimes.