17 Oct

El chocolate

por Jean Murdock  @CgAjeanmurdock

El chocolate viene de América, aunque nadie sabe si nació en el Amazonas y subió hasta México o nació en México y bajó hasta el Amazonas, del mismo modo que nadie sabe si Sherlock creó a Doyle o Doyle, a Sherlock. Pero una cosa está clara: se usó primero en México, donde lo llamaron xocolatl porque, cuando alguien te pregunta «¿Qué comes?», con la boca llena de chocolate solo puedes decir: Xocolatl. Pruébalo y verás. Lo hay relleno, con licor, con leche, solo, blanco, con frutos secos y con umpa lumpas. También lo hay para fumárselo y con sorpresa, pero son sucedáneos; uno cuesta un huevo y el otro lo es. Cuando estás aquí, si al chocolate le pones nata se llama suizo, pero si estás en Suiza se llama chocolate con nata, un poco como la comida china, que en China es solo comida. Por cierto, que una china de chocolate es justo lo que se fuma. Si se la fuma un suizo, pues lo mismo pero en punto. Dicen que el chocolate es el sustituto del sexo, pero no se sabe de cuál. Sin embargo, por eso se lo implantan a los pollos, aunque no sirve de nada porque se derrite. De ahí la expresión «sudar como un pollo», que luego derivó en «el chocolate del loro», porque la gente ahorra poco en repetirla. En otro orden de cosas, a decir verdura, Poirot viene de puerro en francés, aunque Poirot no es francés, sino belga. El chocolate belga es muy rico, y la bebida favorita de Poirot es el chocolate caliente. Todo esto podría parecer mera casualidad si no fuera porque Matilda, la pequeña lectora genial de Dahl, suele tomar una taza de chocolate caliente cuando lee. Matilda sabe muy bien quién es Poirot. Poirot viene de puerro en francés, aunque Poirot no es francés, sino belga. El chocolate belga es muy rico, y la bebida favorita de Poirot es el chocolate caliente. Todo esto podría parecer que he fumado chocolate.