400 litros de aguas fecales
por Carolina Montoto
Soy la doctora M., especialista en medicina familiar y comunitaria, y hoy me ha pasado lo peor que le puede suceder a una médica. Un paciente me ha regalado, a la antigua usanza, un pasaje para un crucero. No puedo aceptarlo, le he dicho. ¿Cómo que no?, ha respondido ofendido. Y tras algunos estiras y aflojas más, he pensado que tampoco era cuestión de echar por la borda el dinero que le había costado, y además, qué carajo, ¿acaso no estoy de vacaciones?
Así que aquí estoy: en un minuto he hecho la maleta y en dos he cogido un taxi para llegar a tiempo a la terminal de cruceros. Y sorpresa, sorpresa: ¿alguien imagina con qué se han topado mis doctas narices de frente? Leer más