1986 Kiss, Prince
por Javier Avilés
El periodista llama al timbre y le abre la puerta el hijo del personaje. Se saludan. Mi padre está ocupado. Suena atronadoramente desde el despacho cerrado Kiss. No creo que tenga ganas de recibirte hoy. El bajo retumba en las paredes. You don’t have to be rich to be my girl. La puerta vibra contra el marco. You don’t have to be cool to rule my world. A veces tiene uno de esos días. Un día de tiempo extra. Fresas con nata para desayunar y esas cosas. ¿Entonces? Dice el periodista señalando con la cabeza la puerta. No puede pasar. Kiss. Está bailando. Se oye un estrépito de cosas cayendo al suelo, cristales rotos, objetos quebrándose, un cuerpo desmoronándose sobre, la aguja rayando el disco amplificado por los altavoces y silencio. Joder, joder. Muchacho, la voz retruena a través de la puerta cerrada. Risas y ruidos de desplazamientos e incorporaciones, ¡Joder, muchacho! La puerta se abre. Ya no queda nada para beber. Ah, hola chaval. Se ríe. Pasad hijos míos. Vamos a beber algo y a bailar un rato. No, yo no… ya volveré otro día, dice el periodista. Pasa, chaval, no me jodas. No tienes que ser cool para pertenecer a mi mundo y no temas, no voy a besarte. Tampoco voy a untarte de nata. Leer más