Corrosión, Cap 29. Hora de hacer balance
por Dioni Porta
Corrosión es la historia de un tipo que está mudando de piel. Un individuo que después de divorciarse y ser despedido de la entidad bancaria en la que llevaba dieciocho años trabajando, teme ser tentado por la locura y la autodestrucción. Para mantener a raya los abismos emergentes, el exbancario se autoinfringe una disciplina espartana que materializa pasando las horas en distintas bibliotecas de la ciudad. Allí Pepe —pues ese es el nombre del protagonista de Corrosión— empieza a leer de un modo obsesivo. Obsesivo, compulsivo y competitivo, porque va anotando los libros que termina en una hoja de cálculo con la idea de alcanzar la cifra de doscientas lecturas en un año. Como nunca ha sabido hacer las cosas por el propio placer de hacerlas, Pepe pensó que fijarse un objetivo tangible que convirtiera la abstracción de la lectura en algo más concreto podría resultar útil para fidelizar ese hábito lector que quería convertir en el mismísimo centro de su vida.