18 May

Tot el camp és un clam: las Marchas de la Dignidad

por Carolina Montoto

Soy la doctora M, especialista en medicina familiar y comunitaria, y hoy, a modo de proclama, quiero decir que nunca me ha gustado el fútbol, que detesto la histeria de los hinchas y que si por mí fuera metería a Messi un buen penalti por estafar a hacienda, y sin embargo en estos momentos estoy a punto de subir a un autocar repleto de culés para ir a Madrid. La única posibilidad que me quedaba para asistir a la gran manifestación de las Marchas de la Dignidad del sábado día 27.

Oh, my god, que dicen los ingleses: en buena me he metido. Leer más

12 May

The dark side de la economía

por Carolina Montoto

Soy la doctora M., especialista en medicina familiar y comunitaria, y en estos momentos me encuentro en el upper de Barcelona, donde cae una lluvia torrencial. Mis opciones para no acabar como una perra empapada son dos: entrar en el Corte Inglés (y quizá mangar ahí algún paraguas) o meterme en alguna universidad hasta que pase el aguacero. En mi camino se cruza un edificio de estilo brutalista que llama mi atención, y me decido: entro.

Es la facultad de Economía y Empresa de la Universitat de Barcelona, llena a rebosar de estudiantes con gafas de pasta negra que si quieren ser «algo en la vida» tendrán que pagarse un máster [por obra y (des)gracia de los planes Bolonia]. Estudiantes miméticos entre ellos que de pronto se convierten en una muchedumbre entusiasta que, en su avance, me arrolla con su euforia. ¿Habrá llegado ya la revolución?, me pregunto con cierta esperanza. De eso nada. Hay clase magistral con un excelso economista, al que llamaremos Buenaventura Piquillo, que va a dar una charla que lleva por título «Gasto e inflación, the dark side de la economía». Leer más

05 May

No queremos bomberos que apaguen nuestros fuegos

por Carolina Montoto

Como soy más chula que un madrileño (por ejemplo, Ignacio González), hoy me han sometido a una sesión de tortura: leer un libro de Megan Maxwell, una autora que, por si alguien es tan afortunada como para no saberlo, ha escrito títulos tan infames como: Fue un beso tonto o Los príncipes azules también destiñen. Y ojito con el booktrailer con el que promociona su último libro, que no tiene desperdicio:

Alguien se preguntará de dónde me sale esta vena tan masoquista. Lo mismo que me pregunto yo, que me he dejado provocar cuando una amiga, vermut por medio, ha pretendido escandalizarme diciéndome que había muchos libros que merecerían que alguien los echara a la hoguera. Leer más

28 Abr

Una mujer blanca, heterosexual y ligeramente ácrata en Melilla

por Carolina Montoto

Soy la doctora M., especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, y como casi todo hijo de vecino de vez en cuando tengo vacaciones, además de mucha curiosidad por conocer otros universos para constatar que mi mundo de mujer heterosexual, blanca y ligeramente ácrata no es, desde luego, ni el único que existe ni el mejor, por supuesto, aunque sus paladines se llenen la boca con palabras como democracia, progreso y respeto.

Pero la vida está llena de jarros de agua fría: he estado tanteando entre varias amigas la posibilidad de emprender un viaje juntas a Marruecos, y ni una sola se ha entusiasmado con la idea. Me temo que ha corrido la voz de mis aventuras en el crucero y ya nadie confía en mi capacidad de garantizar unas vacaciones relajadas. Me lamento de ello ante una fotógrafa que conozco de mis correrías por las calles de Barcelona, y ella sí, ella se entusiasma. Y yo me quedo sin saber qué contestar cuando me propone que compartamos coche hasta Melilla, donde se quedará a trabajar. Levanto una ceja sorprendida y ella invoca los numerosos edificios modernistas que hay en la ciudad como aliciente.

Y yo caigo de cuatro patas en su ardid. Leer más

21 Abr

Somewhere over the rainbow… solo hay mierda

por Carolina Montoto

Soy la doctora M., especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, y debo decir que hoy me he despertado con unas inexplicables ganas de llenar la tierra de hijos míos: pequeñas doctoras Montotos con las que colonizar el planeta y llenarlo de valores como la solidaridad, la confianza, la generosidad… Niñas guerreras que, al enterarse de que los delitos fiscales prescriben a los cinco años, se planten delante del Parlamento hasta lograr que se cambie la ley. Mocosas que, sabedoras de cómo funcionan las puertas giratorias entre políticos y empresarios, señalen a los culpables hasta quedarse afónicas. Pequeñas monstruas que ya a los tres años sabrán a la perfección qué es la apostasía. ¿Acaso no hacen lo mismo, pero en sentido contrario, los seguidores del Opus Dei?

Con las dos coletas bien puestas, he acabado soñando.

Es primavera, me ha contestado alguien. Leer más

07 Abr

Sang i fetge

por Carolina Montoto

Soy la doctora M., especialista en medicina familiar y comunitaria, y esta noche no he pegado ojo. Ni dos tilas han podido con lo que me rondaba en la cabeza, con mis inquietudes fruto de mi visita a mi tía abuela Margarita a la residencia de ancianos donde vive.

Llego a la residencia y me los encuentro a todos embobados mirando la tele. Bocas abiertas, algún hilillo de saliva que escapa de la boca. Ojos brillantes y curiosos, en el caso de mi tía abuela, que delatan una inteligencia que ya quisieran para sí muchos políticos. ¿Qué es lo que los absorbe tanto de la tele, hasta el punto de que permanecen inusualmente callados? Miro la pantalla y, en primer plano, un actor con aspecto perturbado y ojos saltones parece emperrado en acabar con algo parecido a un ser humano, un guiñapo de ser humano, en realidad, al que le da con un martillo, le pega varias patadas en el vientre y le estrella la cabeza, una y otra vez, la cabeza contra el suelo con una cadencia casi poética. Qué espanto, me digo, y aparto la vista automáticamente del aparato. Casi parece que la sangre del andrajo de hombre va a salirse del televisor salpicando a los ancianos, para luego derramarse por el suelo y mojar las zapatillas de mi tía abuela, que tanto quería a los animales y que siempre acogía en su casa a los gatos abandonados. Pero ella, ni mu. Otra octogenaria de pelo blanco y apariencia dulce se tapa los ojos con las manos, pero dejando una rendija entre los dedos para no perderse ni un segundo de la tortura que está sufriendo ese despojo humano llamada hombre, ya agonizante, si no muerto. Leer más

31 Mar

El perquè de tot plegat

por Carolina Montoto

Soy la doctora M., especialista en medicina familiar y comunitaria, y hoy, según todos los medios de comunicación, es el gran día. Lo llevan anunciando desde hace un mes a platillo y bombo. Y para que no lo olvidemos y nos lo creamos, nos bombardean con anuncios en los autobuses y en las librerías. Y hasta al salir de casa me doy de morros con el Gran Acontecimiento del Año. OH, MY GOD!, que dicen los ingleses. Ante mí, una gran valla publicitaria que anuncia el libro que batirá todos los récords de ventas. Una novela que tendrán que tragarse todas las personas que quieran estar al día y tener un tema de conversación sin devanarse demasiado los sesos.

El mundo, desde luego, está hecho para los vagos. Y para los crédulos, que pican el anzuelo de los departamentos editoriales que consiguen hacer pasar un libro mediocre  por un libro interesante. Que logran encontrar, entre la paja, todos los elementos que los lectores esperan de una novela, y los sacan a flote. Leer más

24 Mar

Pon una estrella en tu vida

por Carolina Montoto

Soy la doctora M., especialista en medicina familiar y comunitaria, y, hoy, 25 de marzo de 2034, he constatado en mi consulta los perniciosos efectos secundarios de la omnipresente entidad bancaria ante la que nos hemos estado postrando durante más de cien años pese a saber de su rapiña.

El caso que me ha llevado a semejante conclusión es el de un varón blanco, sin antecedentes familiares de interés, que dice haber sufrido múltiples y repetidos episodios de ataques epilépticos. La angustia es evidente en su voz. Las manos le tiemblan y comienza a sudar. Temo que vaya a sufrir una inminente crisis, por lo que le pido que se tienda en la camilla mientras aviso a los de la sección de Infecciosas. Leer más

17 Mar

Sobre artistas, autores y otra fauna

por Carolina Montoto

Soy la doctora M., especialista en medicina familiar y comunitaria, y hoy llueve. No llevo paraguas y, aun encontrándome en la calle, bastante lejos de mi casa, descarto la opción A: entrar en Zara para no mojarme. Qué se le va a hacer: cada una tiene sus manías y principios. Y por eso me meto en una galería de arte.

Al instante se me acerca un barbudo hipster new age de apariencia esmeradamente desaliñada y cuidada manicura en las manos. ¿Cuánto le habrá cobrado el barbero a don Narciso?

Me dice: ¿Michele? Soy Pascuale. Leer más

10 Mar

¿Quemamos también el Louvre?

por Carolina Montoto

Soy la doctora M., especialista en medicina familiar y comunitaria, y también en fauna de lo más variopinta. Como el individuo que acaba de entrar en la consulta con poca cara de pocos amigos y expresión patibularia: patillas, nariz larga y voz ronca. Compruebo que a la exploración física muestra un buen aspecto físico: permanece consciente y orientado, normohidratado y normocoloreado, y sin embargo advierto que está visiblemente alterado, con el pulso acelerado. Y juega constantemente con el mechero que lleva en las manos. Intento averiguar las causas de su excitación.

Si por él fuera, me dice a bote pronto, quemaría todos los museos, con todas las obras de arte dentro. ¿Con la Mona Lisa dentro, incluso?, le pregunto con un hilo de voz y algo escandalizada, la verdad sea dicha. Con la Mona Lisa dentro, dice sin dudar. ¿Y también con El Retrato de los Arnolfini o El origen del mundo? Por supuesto, responde muy serio. Leer más